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La casa donde vivía antes, colindaba con un campo descuidado, de nadie al parecer, solo había maleza, de vez en cuando iban a animales a pastar, era un paisaje bastante seco y feo de ver. Pero cuando llegaba la primavera era totalmente distinto, hermosas flores de colores muy vivos aparecían. Me gustaba sentarme a mirar y a contemplar la hermosura que había nacido de la nada.
Así era yo, así era el invierno de mi alma... seco, sin vida, crecía por inercia como la maleza, hasta que llegó el Señor Jesús a mi vida, con él llegó la primavera, y de alguna forma todo tuvo mas color.
Tal ves no soy una hermosa flor ... aun, pero sé que Cristo es el único que puede hacer que de la muerte, resplandezca la vida. Que de una maleza nazca una hermosa flor.
"Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido" (Cantares 2:11-12)
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2º Corintios 5:17)